Tú,
que con nuevo y sin igual decoro
tantos
remedios para un mal ordenas,
bien puedes
esperar d'estas arenas,
del sacro
Tajo, las que son de oro,
y el lauro
que se debe al que un tesoro
halla de
ciencia, con tan ricas venas
de raro
advertimiento y salud llenas,
contento
y risa del enfermo lloro;
que por
tu industria una deshecha piedra
mil
mármoles,
mil bronces a tu fama
dará
sin invidiosas competencias;
daráte
el cielo palma, el suelo yedra,
pues que
el uno y el otro ya te llama
espíritu
de Apolo en ambas ciencias.